Los chicos de Campoloco están de vuelta. En unas horas hemos cambiado temperaturas tropicales por nuestro querido invierno del hemisferio norte. Toca hacer un repaso de qué hemos aprendido o qué destacamos de este viaje.
Ha sido un viaje más duro de lo que haya podido parecer en los distintos posts y vídeos que hemos ido colgando. De hecho, fuera de los días que nos hemos cogido de vacaciones, solo hemos ido un día a la playa!
Os dejamos con 7 cosas que hemos aprendido en este y otros de nuestros viajes.
1. Vivir con mucho menos
Cuando estás viajando y no tienes tu armario con más ropa de la que eres consciente, tu despensa con comida para la tercera guerra mundial o tu televisión, relativizas la importancia de todas esas cosas. No solo te planteas cómo estás utilizando tu dinero, también tu tiempo.
Muy recomendable de vez en cuando eso de pasar un domingo dándose una vuelta por casa chequeando todo eso que llevas más de un año sin utilizar. Seguramente tienes a alguien cerca de ti que podría sacarle mucho más provecho.
2. Viajar ligero
Esto es denominador común en cualquier viaje, pero esta vez nos hemos movido más de lo normal. En total hemos cogido 8 aviones, algún barco y hemos hecho unos cuantos kilómetros en coche y en moto. Si te van a ir a recoger al aeropuerto y te van a dejar en tu hotel, igual no te importa llevar una maleta más grande. Nosotros hemos agradecido viajar tan ligeros de peso. Ligeros de peso quiere decir menos de 10 kg para un mes de viaje.
Volvemos al punto primero. Estamos acostumbrados a viajar y sabemos que se puede vivir con menos. Hay que ser muy consciente de esto a la hora de hacer la maleta y dejar de meter esos “y si …”. Nunca pasa. En la hipotética situación que necesitaras uno de esos “y sis”, hoy en día en todos sitios hay de todo, y depende de dónde viajes, seguramente más barato que en España.
3. Mente abierta
Llevamos muchos años haciendo, lo que podríamos llamar, el mismo viaje. Sin embargo, y creo que en parte a nuestras ganas, siempre aprendemos algo nuevo.
Cosas nuevas sobre nuestro negocio que se convierten en ventajas competitivas a través de un aumento de calidad o de ofrecer un producto más exclusivo. También sigues aprendiendo mucho sobre la cultura local que te hace empatizar mejor con la gente y sus costumbres.
La clave para seguir creciendo en este aspecto es viajar con una mente receptiva y no caer en la rutina. Al final nosotros vamos por allí todos los años y podría parecer lo mismo año tras año. Hay que intentar que cada viaje sea como el primero.
4. No dejes de hacer crecer tu red de contactos.
Tanto si los objetivos de tu viaje son comerciales como si no es importantísimo seguir conociendo gente cada día.
Laboralmente porque te va a hacer crecer como profesional. Conocer gente significa tener más alternativas donde poder elegir. Conoces a muchos colegas que tienen negocios parecidos al tuyo en otras ciudades de España o en otras partes del mundo. Ves otras formas de afrontar los negocios y eso siempre es positivo.
A nivel individual, lo que realmente hace enriquecedor a la experiencia de viajar es la gente con la que te tropiezas en tu viaje. Al final las cervezas o el café pueden ser bastante parecido en Sevilla o en Cidudad del Cabo. La relación con otros turistas será muy enriquecedora por ofrecerte otra perspectiva, pero conocer a otros turistas lo puedes hacer en cualquier parte del mundo. Intenta tener contacto con la gente local. ¡Eso solo lo podrás hacer allí!
5. Ayuda a la gente de tu alrededor
Cuando estás viajando muchas veces te expones a situaciones incómodas por desconocimiento de las costumbres o de las normas. Otras veces ves que alguien ha perdido su equipaje o le han robado su cartera. Cuando tú tienes un problema realmente agradeces que te echen una mano. Seamos un poco solidarios pues cuando la gente está fuera de su hogar o cuando llega por primera vez a un sitio, es cuando más puede necesitar esas palabras, ese consejo o esos dólares. No os olvidéis del karma 😉
6. Allá donde fueres haz lo que vieres.
Traducido, se un local más. Te servirá para muchas cosas vivir como un local más, pero además, seguramente sea la forma más eficiente de vivir en esa zona concreta del mundo.
Creo que no hay una forma mejor para conocer e intimar con los locales que viajar con esta actitud. De esta manera, comiendo con ellos o saliendo con ellos de fiesta, es como realmente se conoce una cultura.
Además, es la mejor forma de sostener la economía local. Dejemos de dar dinero a McDonalds o a KFC cuando estamos de vacaciones y con gastronomía local increíble que posiblemente no volvamos a probar en la vida.
7. Se humilde.
No es solo ser humilde, es además ser humano e inteligente. No parece lo más apropiado del mundo aparecer a hacer una foto para tu catálogo de muebles con un iPad que vale más de lo que mucha gente en ese país va a ganar en una gran parte del año trabajando.
Además, hay muchas zonas del mundo muy seguras que sin embargo hay robos. No quiero decir que estos robos sean culpa de los propios robados, pero en muchas ocasiones ponemos muy poco de nuestro lado. Vestir de una forma poco ostentosa o dejar las joyas y el reloj en casa es algo que debería de ser imprescindible para pasar el control en el aeropuerto.
Si alguien se ha perdido nuestro viaje lo hemos ido contando en nuestro canal de youtube.
¿Qué habéis aprendido en vuestros viajes?
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